Wacky Races NES - Los ¿Autos? Locos
Sí, hablamos de un juego de la serie de Hanna-Barbera Wacky Races, conocida en el mundo del habla hispana como “Los autos Locos”. Y no, no nos hemos equivocado a la hora de capturar las pantallas estamos hablando de un juego de… ¡¡¡plataformas!!!. Bien es verdad que la portada del juego no mostraba ningún vehículo y si mostraba a Pierre Nodoyuna y al perro Patán (en Estados Unidos conocidos como Dick Dastardly y Muttley), siendo este último protagonista del juego.
Así que de entrada, los amantes en nuestra infancia de esta fantástica serie entre los que sin duda me encuentro no podíamos llevarnos una decepción mayor de entrada, puesto que se ha perdido toda la esencia de la serie: las carreras.
De entrada, y aunque nos desviemos ligeramente del análisis en sí, hagamos un breve recordatorio de lo que fue aquella genial serie hace ya 50 años. Se trataba de una serie de dibujos animados inspirada claramente en la película La carrera del siglo, donde aparecían 11 vehículos distintos compitiendo en una carrera diferente cada capítulo. Pero como su nombre indica, estos “autos locos” no eran vehículos al uso, sino personajes de lo mas variopinto y divertido cuyo objetivo real, mas que la victoria, era conseguir ser el piloto mas loco del mundo.
Dentro de estos coches, tenía especial protagonismo el coche 00, conducido por los ya mencionados Pierre Nodoyuna y Patán. A diferencia del resto, personajes mas o menos “buenos”, estos dos rufianes utilizaban toda clase de tretas, trampas y juego sucio para eliminar a sus adversarios y conseguir la victoria, al estilo del Coyete contra el Correcaminos. Ni que decir tiene que nunca consiguieron la victoria, puesto que las veces que ganó la carrera fue descalificado. En realidad, el quien ganara la carrera de cada capítulo era, como he comentado, lo de menos.
Pero los seguidores de la serie tenemos una buena noticia. Pese a tratarse de un juego de plataformas, el resto de vehículos aparecen en el cartucho. Eso si, como enemigos de final de fase a los que deberemos enfrentarnos, los cuales nos atacarán desde su coche. Así que es un buen momento para hacer un rápido repaso a nuestros rivales en la serie y enemigos en el juego. Ordenados en función del número, nos encontramos:
- El rocomobil .Conducido por los hermanos Macana, dos trogloditas que se golpean mutuamente con un bastón.
- El espantomobil. Tétrico coche conducido por un pequeño vampiro, un enorme tipejo tipo frankentein y que también tenían un dragón.
- El auto-convertible. El profesor Locovich conducía este artefacto capaz de convertirse en cualquier cosa.
- El Skuda-Raduka. Un avión rojo pilotado por el barón fritz, claramente inspirado en el Barón Rojo.
- El Pussycat. Un coche rosa conducido por la encantadora Penelope Glamour.
- El Super Chatarra. Hablamos de un tanque conducido por un soldado raso y manejado por su tiránico sargento.
- La Antigualla Blindada. Siete pequeños mafiosos controlaban este Sedan de los años 20.
- El Alambrique Veloz. Una chatarra propulsada por una estufa y conducida por Lucas el granjero (con los pies) y el oso miedoso.
- El Superheterodino. Conducido por Pedro Bello, un galán enamorado de Penelope.
- El Troncowsvagen. Un leñador y un castor manejaban este vehículo hecho de madera.
Dejando ya de un lado la nostalgia de la serie, nos encontramos ante un plataformas típico de la época. Patán, además de saltar, podrá disparar a los enemigos diversos elementos, desde ladridos (es gracioso disparar una onomatopeya) hasta bombas, huesos, etc. los cuales irá recogiendo durante los niveles. Además de las armas, existen diferentes ítems que proporcionan ventajas, destacando los diamantes, que a los 100 no dará una vida.
Sin duda, una de las características del juego es la dificultad que presenta, llegando a ser en algunos momentos desesperante, aunque típica en los juegos de NES de la época. Y poco mas que destacar, un juego de plataformas mas que utilizaba una licencia en mi opinión desaprovechada y que solo brilla en los difíciles enfrentamientos finales con los otros coches.
Gráficos
Gráficamente el juego es bastante correcto. Patán esta bastante bien animado y recreado, mientras que el resto de los coches finales, sin llegar a esa calidad, si que son reconocibles. El resto de enemigos son correctitos sin mas. Por último, los escenarios también recrean bastante bien los diversos entornos en los que nos movemos, por lo que este apartado cumple. Obviamente, no recrean los escenarios de la serie porque esta no se desarrollaba, por ejemplo, dentro de un castillo.
Sonido
El apartado sonoro es un poco mas flojo, en especial en lo referente a los efectos. Bien es verdad que no le podemos pedir peras al olmo, y que estamos hablando de NES, pero existen bastante juegos mejores en este apartado, por lo que se les podía haber pedido algo mas de esfuerzo a los programadores. Las melodías son algo mas agradables, pero tampoco para tirar cohetes. En resumen, un juego que no destaca especialmente en este apartado y cuyos sonidos no serán recordados, como los de Contra o Mario Bros.
Jugabilidad
En cuanto a la jugabilidad, lo cierto es que no es mala. Para empezar, destacar lo bien que responde Patán a nuestro control, lo cual al hablar de la época de 8 bits es siempre algo a celebrar. El diseño de los niveles también es correcto y la dificultad esta ajustada progresivamente, aunque en algunos momentos es excesivamente alta, en especial en los enfrentamientos con los coches rivales (lo mejor del juego, pero no por los enfrentamientos, sino por ver nuestros queridos coches).
Lo cierto es que presenta una jugabilidad muy del estilo de la mayoría de plataformas de la época, inferior a los monstruos del género pero en el mismo rango que la gran mayoría. Puede caer en el olvido rápidamente al no conseguir progresar, puesto que no ofrece ninguna motivación para continuar aparte de ir viendo mas coches rivales. Una pena.
Gameplay de Wacky Races (Autos Locos)
Bezel
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Conclusión
Concluyendo, hablamos de un juego de plataformas mas. El hecho de estar basado en Los Autos Locos puede ser un reclamo, pero también deja la sensación de que se trata de una licencia bastante mal aprovechada, puesto que, obviamente, un juego de coches hubiera sido lo suyo. Recomendado para amantes (muy amantes) del género o de la serie.
En su lanzamiento -1992 -
Hablamos de un juego que, de no utilizar a los personajes que utiliza, pasaría totalmente desapercibido, cayendo en la caja de juegos grises. El hecho de llamarse Wacky Racers sin duda llamó la atención, aunque no de forma puramente positiva. Ya entonces hubo muchas críticas al sin sentido de portear una serie de conducción en un juego de plataformas (máxime contando las enormes posibilidades que ofrecía la serie). Por tanto, no podemos decir que fuese un juego exitoso.
LO MEJOR: Los enemigos finales, poder ver a los carismáticos vehículos. Buen control y no aburre del todo, al menos al principio.
LO PEOR: Licencia muy mal aprovechada. No aporta nada al explotado género de plataformas. En algunos momentos, dificultad muy elevada.
Al dia de hoy
El hecho de ser un juego de Wacky racers llama la atención a coleccionistas y nostálgicos. Pero para el resto de la gente (exceptuando, claro, a los curiosos amantes de la serie) se trata de un cartucho gris, carente apenas de interés y que poco puede aportar. Afortunadamente, posteriormente aparecieron juegos basados en la serie cuyo género era el correcto: el de la conducción.
AÚN PERDURA: Resulta curioso ver a los personajes de esta famosa serie de dibujos animados en 8 bits.
LO QUE EL TIEMPO SE LLEVÓ: Como juego en sí, no destaca especialmente en nada, salvo en la licencia. Y para muchos, encima, el hecho de tener esa licencia es una contra, puesto que resulta casi un insulto al recordado programa.
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