Demakes con un apartado gráfico simple pero efectivo
Con tanto polígono, tanta inteligencia artificial y tanta "ciudad con vida propia" de los juegos de hoy hemos perdido, poco a poco, las esencias de los grandes superventas de antaño: un apartado gráfico simple pero efectivo, un diseño de niveles eficiente y con una dificultad que convertía el juego en un reto interesante...No decimos que los juegos de hoy sean peores, no vamos a caer en esa trampa, pero todos sabemos que son diferentes.
Por eso os proponemos un viaje al pasado de la mano de algunos de los demakes más delirantes que os hayáis echado a la cara. Que sí, que hablamos de juegos de hoy, pero con aspecto a píxel de brocha gorda. Nuestras normas son claras: que el juego en sí se pueda jugar (valga la redundancia) y que aporte un valor que el original no tiene. ¡Vamos allá!
Pixelforce: Left 4 Dead
Eric Ruth se ha cascado él solito una versión para NES del también clásico de Valve para consolas de esta generación. ¿Dónde está la gracia? Esta vez el cooperativo se va a tomar viento (a no ser que juguemos con un amigo en la misma pantalla) por lo que nos tenemos que enfrentar solos a la horda zombi. Afotunadamente, el estilo 8-bit ayuda: la cámara cenital por lo menos nos permite adoptar una cierta estrategia cuando tengamos que escoger qué grupo de no muertos es el siguiente en morder el polvo.
Además, no digáis que sólo con ver los menús y la pantalla de selección de personajes no se os ha caído la baba.
Halo 2600
No todo son 8 bits y consolas de Nintendo o Sega. Atari también tiene su sitio, y bien grande, en el corazón de los programadores retro. Si cogemos esta idea por una parte y la mezclamos con Halo, el resultado puede ser una bizarrada digna de aparecer en este reportaje, sobre todo porque su creador es, además, un antiguo empleado de Microsoft.
En este remake del primer Halo el minimalismo se lleva al límite. Tanto, que es capaz de condensar toda la historia del primer título de la saga de Bungie en tan solo 4 Kbs en uno de los títulos, dicen los que saben de esto, que sabe llevar a la Atari 2600 hasta los límites. Hay otros remakes de Halo con aspecto pixelado, pero por todo lo que os contamos, este nos parece el más notable.
D-Pad Hero
Pensar en un juego musical en los tiempos de los 8 o de los 16 bits era una auténtica locura. A ver quien iba a ser el guapo que se marcara un solo de Dragonforce con el teclado de la Super Nintendo, por poner un ejemplo, o que tocaba la bateria (con sus ocho combinaciones diferentes, si nos ceñimos al último Rock Band) con dos botones más el start y el select.
Con D-Pad podríamos decir que la idea se hace posible, que no sencilla. Con dos títulos en el mercado, el primero dedicado a clásicos del rock y el segundo con homenajes a la propia industria del videojuego, esta traslación de Guitar Hero a NES os va a hacer sudar tinta.
Corner's Shiny
Posiblemente es uno de esos juegos mejor valorados por la crítica y que menos éxito ha tenido entre el público. No hablo de Child of Eden (todo llegará), sino de Mirror's Edge, un título tan innovador que aún sigue levantando ampollas cuando hablas de él en círculos de jugones. En la que hubiera sido la versión de Nintendo el objetivo sigue siendo el mismo: corre como alma que lleva el diablo y transporta la información de un punto a otro de la manera más veloz posible.
Pero claro, ahora ya no lo vemos todo en primera persona y no tenemos unos gráficos de última generación. En cambio, Corner's Shiny devuelve a Mirror's Edge a lo que habría sido en su momento: un plataformas 2D de toda la vida. Eso sí, ahora tenéis atajos puestos a propósito para arañar esas décimas de segundo que os van a hacer ser los mejores.
Pac-Txt
Dejamos lo mejor para el final, porque os prometemos que este es sublime. Sí, hablar de un demake de Pac-Man puede sonar a frivolidad. ¿Cómo se puede hacer algo así con un título de los ochenta? Eso mismo pensamos en Marca Player hasta que vimos que había una manera aún más retro de hacer que el comecocos amarillo persiguiera a los fantasmas mientras se comía unos puntos brillantes en la pantalla.
Y qué mejor homenaje al pasado que convertir a Pac-Man en...¡una aventura conversacional! Que sí, que es verdad. Cambiamos la acción frenética por el tecleo frenético...o no tanto. Ahora deberemos escoger con calma la ruta a seguir mientras la pantalla nos escupe letras y nos dice si tenemos a algún fantasma al acecho. Igualito que cuando jugábamos al Yenght.
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